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De las drogas al rap: C-Kan


Foto por: Pablo Navarrete (Arca)

“Tengo que trabajar desde los 12 años, desde que murió mi papá”, me dice C-Kan. En sus ojos no hay tristeza, ni siquiera coraje. En su mirada de puede ver resignación, normalidad, como si perder a tu padre y tener que salir a trabajar para poder seguir en la secundaria fuera algo tan común, que no vale la pena expresar emoción alguna.

Aunque existe una nueva ola de raperos con un origen más “afortunado”, la mayoría de los representantes de este género en nuestro país cuenta con historias similares. La pobreza, adversidad, las drogas, el rechazo y las pandillas son el pan de cada día en gran parte de México. Esto, junto con la explosión que ha tenido el hip-hop a lo largo y ancho del planeta, provocó que, desde hace dos décadas, el rap se convirtiera en la vía de escape perfecta de la realidad que le tocó vivir a la juventud de clase baja.

Uno de ellos es C-Kan, muchacho de Guadalajara, salido del barrio; agradecido con la música y la vida por darle la oportunidad de salir adelante y mantener a su familia, o al menos eso me dice mientras lo entrevisto en el jardín de Casa Cassete, lugar que le sirve de cuartel en un día de medios y que contrasta con el origen humilde del rapero.

Como se puede deducir con lo dicho hasta el momento, C-Kan tuvo una infancia difícil, la muerte de su padre provocó una bola de nieve que no hizo sino crecer a través de los años:

“Fui mesero y con eso pagué la secundaria. Después conocí el rap y me gasté lo que ganaba en él. En un punto hasta mi familia dudó de mí, nunca me apoyaron”. Esta vez, sí detecto un poco de resentimiento en sus palabras, podrá ser rudo pero nadie es de acero.

Una característica, quizás la más común y lamentable del barrio, es que no muchos salen de ahí, al menos no por el lado escolar. Terminar una carrera universitaria es poco probable pues las circunstancias llevan al abandono escolar y a cambiar la educación por el trabajo mal pagado. Si tampoco te gusta trabajar, las drogas siempre estarán ahí para acompañarte en una vida de narco o consumidor que lo único que tiene de seguro es que durará poco.

Sin embargo, existen alternativas que puede tomar un joven para poder salir de la pobreza. Los deportes y las artes te pueden llevar a escapar del destino y eso es lo que C-Kan consiguió: moldear su destino a través de la música y las rimas. Al preguntarle si el rap se había convertido en la única opción para los adolescentes de clase baja, reflexionó y respondió:

“Hay muchas formas de salir del barrio. Creo que todos somos buenos para algo. En mi barrio hay chamacos que juegan increíble al fútbol y van a la escuela del Atlas; también tengo un amigo que salió de la cárcel y es un artista muy talentoso, él hace todos los murales de mis videos. En mi caso fue hacer música y me va increíble, puedo viajar, generar y mantener a mi familia”.

C-Kan no cree que no estudiar te limite en la vida: “A veces discuto con estudiantes de universidad porque les digo: loco, te gastas casi treinta años de tu vida por un título y luego terminas sin trabajar en lo que estudiaste”, me dice mientras río y recuerdo los años gastados en la escuela de música, carrera que llevo dos años sin ejercer.

Este rapero tiene los pies en la tierra y se dedica a una sola cosa: rapear, valga la redundancia. El objetivo de la entrevista era hablar de su nuevo disco, así que, al preguntarle al respecto, me respondió que sale en septiembre, confundido le dije que pensaba que había salido hace unos meses y de inmediato recuerda que tiene otro álbum en el mercado recién salido del horno.

Me confesó que ya tiene cinco discos listos para salir al mercado, algunos, como uno de reggae, los tiene listos desde hace más de un año. No puedo creer la capacidad de producción que tiene; mientras un rockero se queja de falta de oportunidades o se excusa en las tarifas altas de los estudios de grabación para sacar un disco cada cuatro años, C-Kan ya lanzó toda una discografía.

¿Será por eso que el hip hop está reemplazando al rock como género favorito de la juventud urbana? Tal vez, en la época de la inmediatez, lanzar la mayor cantidad de música te ayuda a mantenerte en la mente de los escuchas. Siguiendo esta premisa, C-Kan, tiene garantizado un lugar en la memoria de los hip-hoperos millenials.

Publicado en: Arca

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